Hola de nuevo a todos. Como les conté en el post anterior, toda la semana pasada estuvimos recibiendo clases en el magnífico Museo del Lago Biwa (Biwatan en japonés). Las clases involucraron diferentes temas como planeamiento de exhibiciones, experiencias de los "fields reporters" y el programa "Hashikakes", manejo de colecciones, multimedia en los museos, métodos de evaluación de museos, entre otros temas, todos ellos dictados por los expertos e investigadores de dicho museo.
Pero lo que más resaltó fueron los programas que realiza el Biwatan con la comunidad (fields reporters y hashikake program). Fue muy interesante e ilustrativo recoger la experiencia que han obtenido en su trabajo interactivo con los niños y adultos de Shiga. Por ejemplo, el programa "Hashikake", un término muy local que alude al voluntariado y compromiso de la comunidad con las labores de integración museo-comunidad, incluye talleres de preservación del rio Oba, uno de los ríos afluentes del Lago Biwa. Es alentador ver como los niños y sus padres participan en la conservación del entorno ecológico. Nosotros participamos de esta experiencia, junto a los niños y fuimos al rio a recolectar peces y reconocer los trabajos de cuidado y preservación. Gran tarea ponerse esos pantalones "acuáticos" y tratar infructuosamente de recolectar algún especimen de la fauna fluvial.
Otro tema interesante fue conocer de cerca el trabajo de interacción que desarrolla el museo, un caso singular en este tipo de museos en Japón, a través de su "discovery room", sala especialmente diseñada para los niños, donde aprenden, descubren y se divierten. Un verdadero salón de clases en el museo mismo.
Las clases también incluyeron que el Biwatan conozca nuestra experiencia en nuestros respectivos museos, es así que cada uno tuvo que presentar un reporte en power point y finalizar con una discusión sobre los problemas o logros de nuestros museos. Muy interesante.
Finalmente, como parte del interés del museo por conocer sobre nuestras culturas e interrelacionarnos, se nos pidió que departiéramos en un festival de platos típicos. así que este humilde cheff, de buen diente para todos los platos de la enorme gastronomía peruana no tuvo mejor idea que preparar un riquísimo arroz chaufa. A decir verdad, la carencia de ingredientes para preparar nuestros platos en el Japón me obligaron a un limitado menú, del cual por supuesto el riquísmo chaufa es de mas fácil preparación. Y no defraudamos.
Entre un arroz con carne y vegetales de Jordania, una sopa tailandesa y otra de Mongolia, un simpático arroz con huevo de Indonesia, el chaufa de este peruano instalado temporalmente en Kusatsu, pico el diente de moros y cristianos - y budistas- y la olla de chaufa que generosamente pusimos sobre la mesa se fue acabando a paso de tropa. Y pronto el chaufa se hizo el hijo predilecto de la reunión. Arriba Perú y arriba el chaufa.
Debo agregar en honor a la honestidad que yo, añorando la sazón de algún plato peruano y harto de vegetales, sushis, wantanes y palillos, fui el mayor usuario del chaufa con cuchara.
La experiencia con el Biwatan terminó esta semana. Ahora ya instalado de nuevo en Osaka, agradezco nuevamente a los amigos del Museo del Lago Biwa y les deseo muchos éxitos en su labor diaria.