He dejado de escribir varios días a causa del trajín de las clases y los viajes, pero les comentaré, brevemente, como han transcurrido las últimas semanas, luego de la visita a Hokkaido.
La semana siguiente al retorno iniciamos un curso especial sobre conservación preventiva, a cargo de la profesora y especialista Naoko Sonoda. El curso, de cinco días, giró en torno a cómo debemos controlar la humedad y temperatura de las salas de exposición, al mantenimiento de los almacenes de las colecciones, al registro detallado de objetos y cómo fabricar nosotros mismos las cajas para éstos, y la evaluación y manejo de los riesgos en los museos.
La semana pasada continuaron las clases normales, sobre museología en general, y culminó con la presentación de nuestros museos en un foro, donde estuvieron invitados además del staff del investigadores del Minpaku, mucho público en general. Otra vez mi presentación esuvo muy acorde, a decir de las críticas.
La semana terminó con un viaje para conocer el Museo de Historia de Osaka y luego el Museo de Derechos Humanos. El primero,un museo gigante de 13 pisos, los cuatro penúltimos dedicados a las salas de exposición, los demás para los investigadores, administrativos, almacenes, auditorios, clases, y un largo etcétera, incluido la exhibición in situ, en el primer sótano, del desplazamiento arqueológico, sobre el cual esta construido el museo. Cosa de locos. Ese día, viernes 6, fue agotador, y es que ir de aquí para allá, visitar cada sala de esos museos, prestar atención en simultáneo a las exposiciones y a las explicaciones en japonés y luego en inglés y finalmente terminar el día con una clase explicativa, cansa hasta al más declarado museófilo. Pero así es el curso, y sin duda alguna, vale; como diría Cervantes.
Y para ahorrar palabras, por que seguramente varios lectores de este blog se quejan que los post son muy largo, aquí les dejo el registro fotográfico de las semanitas en cuestión.
El edificio del Museo de Historia de Osaka, excelente mole de 13 pisos. Una genial museolgrafía, pero para visitarla en dos días. Nosotros lo hicimos en media manaña. Ufff
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