Nuevamente pasamos una semana en Kusatsu, siguiendo un curso especial sobre "Museos y comunidades" en el Museo del Lago Biwa y recogiendo la notable experiencia de este museo en su trabajo con la comunidad.
El Biwatan tiene una larga lista de actividades que realiza con los residentes de Kusatsu, enfocadas principalmente a promover un desarrollo sostenible entre el lago, su entorno natural y la población, como les he comentado en algún post anterior a propósito de la primera visita que hicimos al museo en setiembre pasado.
Esta semana el curso giró en torno a discutir la importancia de promover y mantener una relación interactiva entre museo y comunidad, participar en algunos de los muchos talleres que el Biwatan desarrolla y presentar las experiencias de nuestros respectivos museos en este campo. Nuevamente estuvimos bajo la batuta del sensei Kasuoka san y de su junior researcher, el callado pero símpatico Robin Smith.
Esta vez, además de las clases y los talleres en el Biwatan, tuvimos la oportunidad de visitar el Museo Miho, un excelente museo que se ubica en medio del bosque y que cuenta con una arquitectura que combina perfectamente con su entorno natural. Este museo esta dedicado a exhibir arte antiguo de Egipto, Siria, Irán y otras civilizaciones del medio oriente. También conocimos el Museo de Cerámica Contemporánea, que es parte de un complejo cultural dedicado a promover y difundir, incluso internacionalmente, el arte en cerámica de Shigaraki, reconocido centro artesanal de Shiga. Aquí tienen una escuela que recibe a ceramistas de varias partes del mundo y un taller de cerámia que trabaja especialmente con los niños para incentivarlos en este arte.
Entre los talleres que desarrollamos en el Biwatan, estuvo uno muy interesante: fuimos al lago a recolectar plakton, luego lo vimos en el microscópio y elegimos cada uno de nosotros uno en particular. Luego, con un barrita de plástico especial, que se hace maleable en agua caliente, moldeamos el plakton lo mejor que pudimos. La verdad que en mi caso, carente de mucho talento en las artes plásticas, escogi uno y terminé modelando otro sin querer queriendo.
Concluimos el tallercito averiguando en la base de datos a que tipo o especie pertenecia el plakton que habíamos moldeado. Sin duda una actividad muy entretenida, mas aun cuando se cuenta con todos los materiales y herramientas para ello.
La semana pasó volando y mis días en cuenta regresiva también. Nos despedimos y agradecimos a Kasuoka san y a Smith, los que con esa tradición tan japonesa, nos despidieron hasta el último momento que se alejó el bus que nos trasportaba de regreso a la ciudad de Kusatsu. Gracias sensei!
Aquí las fotos:
Sayonara
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